No conozco mejor medio para aprehender la realidad que el dibujo.
Cuando tu miras algo, te fijas, fluye por tu cerebro y desemboca en tu mano produciendo una profunda impresión en tu interior.
Por esto, el modelo que elijas es trascendental.
Dibujar a un ser querido supone reencontrarse con él, jugando con las formas, las proporciones, la indomable línea... pero luego todo son evocaciones de momentos y de su forma de ser.
"PAPÁ"
Lápiz. 2006